¿Te preguntaste alguna vez si es posible hacer tu trabajo de mejor forma? Parece una pregunta común y obvia, aunque darle respuesta no es algo tan simple, y menos aún para quienes trabajamos en la gestión de Capital Humano.
Oportunidades y desafíos
Aportar valor al negocio, enfocarnos en la mejora continua y transformarnos en un área estratégica para entregar resultados con altos estándares de calidad es clave para garantizar el éxito. Dicho de esta forma, todo parece muy sencillo y obvio, pero en la práctica, esos conceptos se complejizan.
Y si además le sumamos que la masa laboral en las organizaciones está en transición dado que varias generaciones conviven a la vez (baby boomers, generación X, millenials, centenials) con distintas expectativas y necesidades, y que vivimos en un mundo VUCA (sigla en inglés para Volatility, Uncertainty, Complexity and Ambiguity), caracterizado por la alta volatilidad en la demanda, la predominante incertidumbre, la complejidad de los factores de nuestro entorno, y la ambigüedad que nos enfrenta a un mundo de información incompleta, contradictoria o inexacta, el escenario se vuelve aún más desafiante.
No estamos solos
Ahora bien, hacerse la pregunta de cómo hacer mejor nuestro trabajo en este entorno representa un gran desafío para los equipos de Capital Humano y para las organizaciones en general. Pensar ello y visualizarlo como objetivo nos obliga a transformarnos, cambiar nuestro enfoque y nuestro mindset.
Si hay algo bueno en todo esto, es que no estamos solos en esta transformación. Hoy la Transformación Digital en las organizaciones nos alcanza a todos, pues vino para quedarse empujándonos a pensar en soluciones y entregar herramientas que nos facilitan la gestión y nos ayuden a ser más eficientes, elevando nuestra mirada y nuestra práctica a siguiente nivel.
Socios de la transformación digital
Una buena estrategia para dar respuesta a estos desafíos es la de apoyarnos en herramientas tecnológicas de gestión sólidas, las cuales brindan la posibilidad de salir de las tareas operativas repetitivas que no agregan valor a la organización, ganando uno de los recursos más valiosas que tenemos que es el tiempo.
A mayor tiempo, mayor posibilidad de repensarnos, optimizar recursos y llevar adelante los cambios necesarios para que la transformación sea exitosa.
Hacer mejor nuestro trabajo implica enfocarnos en aquello que es estratégico para el negocio, dirigir nuestra mirada y nuestras acciones hacia aquello que hace la diferencia y suma valor real para nuestros stakeholders, potenciando a las personas y a los equipos, alentándolos a desarrollar sus capacidades al máximo.
Dar paso a la transformación digital trae como resultado ser más ágiles y certeros. Gracias a ésta damos lugar a más automatizaciones de procesos, a robots con inteligencia artificial que nos ayudan de tal forma que casi que piensan por nosotros. Tal vez suene un poco intimidante al comienzo, pero gracias a esto es que logramos dar el salto hacia donde necesitamos, obteniendo agilidad e información necesaria para analizar los distintos contextos, permitiéndonos tomar decisiones relevantes para el negocio a una velocidad acorde a los cambios. En definitiva, al dar lugar a la Transformación Digital le damos lugar a un socio que nos permite estar a la altura y posicionarnos frente al cambio de manera diferente.